VIOLACION

Un incomódo proceso.

VIOLACION

V
Muchos se escudan en la falsa idea de que las mujeres siempre dicen no cuando quieren y que la negativa es para hacerse la difícil

Desde el punto de vista sexológico podemos identificar varios formas de presentación de la violación, por un lado esta la violación violenta que es aquella donde los golpes, las amenazas de golpizas y la intimidación son los medios utilizados para conseguir el acceso carnal. Las mas conocidas y publicitadas usualmente son realizadas por desconocidos en sitios públicos y son las menos frecuentes.

Una segunda categoría engloba la violación premeditada, que es aquella en donde el agresor es una persona conocida, a veces el novio o un amigo de la víctima, quien prepara una situación cotidiana en la cual pueda estar a solas con la víctima y bajo estas circunstancias la obliga a tener relaciones sexuales.

El agresor en realidad no piensa que eso es una violación, usualmente piensa que la víctima no se va a oponer y que en realidad lo que está creando es un ambiente propicio para instarla o seducirla y ante la negativa procede a imponer su decisión por la fuerza, a pesar de las múltiples negativas por parte de la víctima.

Esta violación es muy frecuente. Se escuda en la falsa idea de que todas las mujeres siempre dicen no cuando quieren y que la negativa expresa es simplemente un formalismo, un hacerse la difícil para guardar las apariencias.

La violación incestuosa es aquel abuso carnal que se realiza entre familiares, es sumamente frecuente y quizás sea la menos denunciada. Lo más ingrato es que la víctima tiene que convivir por años con su agresor y con frecuencia debe guardarle obediencia, situación que le produce daños devastadores, y desde luego el daño es mayor cuando el agresor es un ser querido para el infante, lo cual le produce sentimientos ambiguos.

La violación marital es una figura nueva en nuestro país, y su importancia radica en que destaca que el vínculo marital no implica la incondicionalidad sexual; es decir, que tanto esposos como esposas tienen derecho a decir no a un incitación sexual por parte de sus parejas.

La violación masculina (por parte de una mujer o por parte de otro hombre), estrictamente hablando, no es un tipo nuevo de violación; sin embargo, siempre se menciona aparte porque muchas personas desconocen de su presencia y porque su abordaje en algunos aspectos se separa del que realizamos con niños y mujeres.

Tradicionalmente, solo existían tratamientos para el paciente que había sufrido la violación. En la actualidad los tratamientos incluyen a los familiares cercanos o a la pareja quienes también se ven severamente afectados. Recientemente se han diseñado terapias para los agresores sexuales, quienes suelen estar al margen de la ley y algunos solicitan ayuda profesional.

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