Problemas Sexuales 3844 0 Disfunciones sexuales MUJERES SIN DESEO Cuando no hay ganas Por Dr. Mauro MLa ciencia ha avanzado de tal forma, que hoy sabemos que los problemas de deseo sexual en las mujeres, suelen tener un origen hormonal o metabólico que hoy es posible diagnosticar y tratar exitosamente en la mayoría de los casos.La falta de deseo sexual femenino es una de las disfunciones sexuales más frecuentes en nuestra sociedad, estas mujeres, van perdiendo poco a poco el interés sexual y al cabo de un tiempo, experimentan la rara sensación de que el sexo no les hace falta, a pesar, de que los sentimientos hacia su pareja, son intensos, la vida sexual simplemente se apaga. Lo primero que tenemos que recordar es que a lo largo historia de nuestra era, el sexo fue concebido en un sentido exclusivamente reproductivo, y al menos en el caso de la mujer era mal visto que le resultara placentero el acto sexual, de manera que durante años las mujeres disimulaban los instintos sexuales y muchas veces consultan con el fin de que el medico les suprimiera esas sensaciones. En esas épocas se consideraba que una mujer que deseaba el sexo, era una mala mujer, una cualquiera, una mujer que se rebaja y que perdía su status social de señora respetable. Todo esto cambió en la década de los sesenta, con el surgimiento de la II Revolución Sexual marcada por el descubrimiento de las pastillas anticonceptivas. La población tuvo la opción de una vida sexual sin el riesgo reproductivo y la sexualidad se le anexó de manera definitiva su función placentera, y fue entendido como un puente de unión y estabilidad para las parejas. La presencia del deseo sexual se convirtió en una condición esencial para el vínculo afectivo. Bajo estas condiciones, es que a diario vemos muchas mujeres que consultan porque no logran experimentar el deseo sexual. En ellas el apetito, las ansias, las ganas de mantener un acercamiento sexual están ausentes y en algunos casos, más bien hay repulsión a toda experiencia erótica. Desde luego, las repercusiones maritales de esta disfunción son enormes. El varón experimenta este problema como un fuerte rechazo personal y con frecuencia afloran los conflictos y enfrentamientos que tienden a alejarlo, y no en menos ocasiones, a pensar en falsas salidas como la infidelidad. Afortunadamente, el deseo sexual inhibido en la mujer, ha sido estudiado de manera vasta. Hoy sabemos, que hasta un 50% de los casos tienen origen hormonal, y conforme los estudios científicos avanzan se descubren cada vez mas factores orgánicos que provocan la perdida del deseo, así, los factores psicológicos aunque de gran importancia hoy se encuentran en un segundo plano en la génesis de esta alteración. En muchos casos las glándulas encargadas de producir las sustancias hormonales responsables del deseo, están alteradas y en la mayoría de los casos, esta alteración la podemos revertir con tratamientos simples. La glándula tiroides, la hipófisis y el ovario, figuran como las glándulas alteradas con mayor frecuencia en estas pacientes. En las mujeres en que no documentamos ninguna alteración hormonal, procede analizar si el problema es reciente o lo ha padecido toda la vida. En el primer caso, usualmente encontramos cambios importantes en la vida de la paciente, que explican de manera sobrada su repentina pérdida del deseo, como la muerte de un ser querido, problemas económicos severos, situaciones laborales de estrés, crisis maritales, etc. Desde luego el tratamiento va dirigido a resolver la causa de fondo. Si el problema es de larga data, o estuvo presente desde el inicio de la vida sexual, con frecuencia responde a una educación errática, que le brindó a la mujer una visión distorsionada de la sexualidad, donde el deleite sexual se entiende como algo sucio, degradante o pecaminoso. En estos casos, el abordaje terapéutico suele resultar sumamente exitoso, aunque requiere de un tiempo mayor. Es importante señalar que muchas veces el problema de ella es producto del mal desempeño sexual de él, es decir, muchas mujeres no desean tener relaciones sexuales, porque su pareja es incapaz de controlar la eyaculación y al terminar tan rápido, no les da tiempo a la mujer de experimentar los deleites del sexo.