ZONAS SEXUALES

Un tema de interés para la pareja.

ZONAS SEXUALES

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Muchas de las funciones del cuerpo humano son realizadas de manera especifica por ciertos órganos, así los ojos sirven para ver y los oídos para escuchar; este relación órgano función caló fuertemente tanto en la población como en los profesionales de la salud.

Así por mucho tiempo se comprendió la sexualidad como una función específica del los órganos sexuales, que el sexo sólo le competía al pene y a la vagina, obviando cualquier otro órgano.

Bajo esta perspectiva es que el advenimiento del concepto de "zonas erógenas" resultó un autentico bomm social, al destacar que órganos y estructuras tan distantes de los órganos sexuales eran capaces de desencadenar una respuesta sexual.

En realidad esto siempre se había sabido, lo nuevo era que se pudiera decir, y bajo esta libertad de expresión es que se inició un listado de todas las áreas corporales capaces de responder eróticamente a una estimulación.

Al inicio fueron una decena de partes las que comprendía esta lista, figurando la nuca, las orejas, la espalda, las plantas de los pies, pero rápidamente la lista se fue alargando hasta que se llegó a comprender que el cuerpo como un todo y en sus partes es capaz de convertirse en una zona erógena.

Que a diferencia de la vista o del gusto, la sexualidad no se restringe a los órganos sexuales y que el ser humano es un ente sexual con un cuerpo con capacidad de responder sexualmente.

Sin embargo, tiempo después la población comenzó a desilusionarse con el concepto de las "zonas erógenas", en el sentido que eran muchos los que decían que tal o cual parte no era realmente candente o por lo menos que en ellos no funcionaba como tal.

De esto surge el concepto actual que comprende que las zonas erógenas no son iguales en todas las personas y que la estimulación es muy específica en cada persona.

Un roce suave por la espalda puede ser un aliciente sexual en unos, mientras que en otros puede generar un desagradable e irritante cosquilleo.

Hay personas que disfrutan de las caricias suaves, otras de las caricias firmes y otras de las caricias enérgicas y es usual que unas áreas gusten de una manera y en otras se requiera una estimulación diferente.

Todo esto nos lleva a una conclusión muy difundida en el mundo de la sexología, en el sentido que la lengua es quizá uno de los órganos sexuales más importantes en el sentido que las parejas requieren de una comunicación sumamente cercana y descriptiva, con la cual puedan expresar todo aquello que les gusta o les disgusta para conocer el mapa erógeno de su cuerpo.

 

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