SIDA

Desgraciadamente, esta cobertura tan amplia y muchas veces tan amputada de la realidad provocó en grandes sectores de la población la idea de que el SIDA era solo para los homosexuales.

Las consecuencias no se hicieron esperar, la población homosexual comenzó a extremar las medidas de seguridad mientras el resto de la población creía que el contagio a través de una relación heterosexual era imposible.

Estas creencias fueron reflejándose en las estadísticas, así en los homosexuales y en otros grupos de riesgo como los adictos a ciertas drogas, la cifra de nuevos casos se estancó o disminuyó.

En contraposición, los grupos que inicialmente eran considerados de bajo riesgo como las amas de casa, comenzaron a experimentar un aumento importante de nuevos casos.

De manera altamente preocupante, el SIDA se propagó a toda la población, incluyendo madres embarazadas y por ende a niños, hasta conformarse en una auténtica epidemia, que está arrasando con continentes completos como el africano.

El Sida tiene varias formas de contagio.

1. Transmisión sexual: El virus del Sida se encuentra en el semen y en las secreciones vaginales de la persona infectada y entra al cuerpo a través de las laceraciones que se generan en el acto sexual, sea oral, anal o vaginal. Esta es la vía de infección más común en Latinoamérica.

Aquellas parejas en las que ambos miembros nunca han tenido relaciones sexuales ni acercamientos sexuales con ninguna otra persona a lo largo de su vida, están protegidas del contagio sexual de esta enfermedad.

2. Transmisión a través de sangre infectada. Este riesgo está presente en varios países del mundo. Afortunadamente, en Costa Rica las transfusiones son de alta calidad, de manera que no es una vía de contagio frecuente. Si se transfundiera sangre contaminada, la posibilidad de contagio es superior al 90%.

3. Transmisión por jeringas. El virus del Sida se transmite a través de jeringas y agujas contaminadas con sangre infectada, situación común en los adictos a drogas intravenosas. Esta es la vía más común de contagio en los países desarrollados.

4. Transmisión a través de pinchazos por aguja: La transmisión del virus del Sida de pacientes infectados a médicos o enfermeras es baja. El riesgo de infección a través de pinchazos por aguja es aproximadamente 3 en 1,000.

5. Transmisión durante el embarazo: Alrededor de un cuarto a un tercio de las mujeres embarazadas infectadas con el virus del SIDA lo transmiten a sus bebés.

6. Transmisión durante la lactancia: El virus del Sida está presente en la leche materna en bajas cantidades, pero aún así, el riesgo aunque menor está presente.

7. Transmisión en situaciones especiales: Son casos especiales como el trasplante de órganos infectados, o la inseminación artificial con semen infectado. Son raros, porque con estos procedimientos se suele ser muy riguroso con el donante

A continuación presentamos una serie de actividades que no representan riesgo de contagio pero que, por equívoco, generan un enorme temor en la población.

El Sida no se transmite en piscinas, gimnasios, servicios sanitarios o duchas, ni por alimentos o bebidas. Tampoco se transmite en actividades deportivas.

No hay riesgo de contagio por visitar hospitales, asistir a reuniones o actividades con multitudes o por compartir oficinas, aulas o medios de transporte como taxis, aviones y trenes, ni por tocar objetos como dinero o puertas; tampoco se trasmite por estornudos, tos o saliva.

Esta enfermedad no se transmite por la utilización de prendas de uso externo o de ropa interior, tampoco por el contacto con los animales, ni por tocar objetos contaminados con secreciones ya sea, asientos, vasos, cucharas, platos o máquinas como computadoras.

Su transmisión requiere de un acercamiento sexual, de manera que no se trasmite por caricias, apretón de manos, abrazos, o en actividades artísticas como la danza o el baile.

Quizás el riesgo más importante en la actualidad sea los prejuicios. Sectores amplios de la población consideran al SIDA como una enfermedad exclusiva de personas sexualmente desordenadas y con formas muy extremas de vida sexual, de manera que cuando conocen a una persona muy culta o recatada descuidan las medidas preventivas y se exponen de manera franca al riesgo de contagio.

El preservativo es una herramienta útil para evitar el contagio; sin embargo, no es absolutamente seguro pero disminuye la posibilidad de transmisión.

La prueba del SIDA es simple y está al alcance de todos, muchos no se la hacen por miedo, pero es claro que aquellos que anualmente se realizan la prueba, gozan de una enorme tranquilidad y se esfuerzan por protegerse de un contagio.