Artículos de la Semana 1879 0 Infecciones que no ceden. LA CADENA VENÉREA Lo que usted desconoce. Por Dr. Mauro LLa cadena de contagios es un concepto de importancia capital a la hora de tratar una enfermedad venérea, e indica que el tratamiento de una enfermedad venérea requiere medicar tanto al paciente como a sus parejas y a las parejas de sus parejas a lo largo del tiempo. Para ejemplificar este concepto, resulta útil describir una situación clínica común en la consulta.Un varón acude por molestias genitales y se le diagnostica la presencia, por ejemplo, de una gonorrea y del virus del papiloma. Este varón nos cuenta que, además de su esposa, mantiene vida sexual con otra mujer, que también es casada. Ante este panorama, se requiere tratar a cuatro personas: al varón que consulta y a su esposa a la otra mujer y a su respectivo esposo Pero también hay que determinar si la esposa del paciente y el esposo de la segunda mujer del paciente, tienen vida sexual con otras parejas. Si el esposo mantiene relaciones con otras mujeres, estas probablemente también estarán infectadas y necesitan tratamiento. El asunto se complica más si estas otras mujeres mantienen relaciones con otras personas, porque también hay que protegerlas con el tratamiento. Ahora bien, si solo se trata a unos cuantos de esta cadena y la vida sexual se mantiene, ocurre el fenómeno del ping-pong, el cual consiste en que, al tratar a unos y no a todos, el paciente tratado se reinfecta al mantener relaciones sexuales con la persona no tratada y, a su vez, infecta a sus otras parejas. Esta situación es muy frecuente, y es la causa más común de los fracasos en el tratamiento. Por eso cuando enfrentamos infecciones que no ceden, que ceden parcialmente o ceden por un tiempo y vuelven a aparecer, es momento de hablar de manera clara y abierta y por aparte con cada uno de los miembros de la pareja, para determinar la presencia de otras parejas sexuales que están conformando una cadena de contagios y por ende una fuente de reinfección. Muchos pacientes por el temor a las represalias niegan episodios de infidelidad y exponen a sus parejas a riesgosas complicaciones, de ahí, que hoy se entiende que la infidelidad dejó de ser un tema exclusivamente moral para convertirse además en un tema de salud.