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EL UNIFORME DE LA SELE

Mundial Brasil 2014.

EL UNIFORME DE LA SELE

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Para muchos de nosotros resulta indignante que otros habitantes del orbe no hayan escuchado hablar de Costa Rica, que digan que somos parte de Suramérica o peor aún, que nos confundan con nuestros hermanos de Puerto Rico. De manera airada alegamos ignorancia y hasta los tildamos de analfabetos, pero la verdad esa rabieta en nada cambia ese anonimato que padecemos y que es una verdad inobjetable.

No somos tan conocidos en el mundo como creemos. De ahí la enorme importancia que encierran competiciones como el Campeonato Mundial de Fútbol. El buen suceso de la selección ha creado una enorme empatía mundial, que ha provocado que de  inmediato millones se den a la tarea de buscarnos en el orbe. Google y los demás buscadores son abordados hasta la saciedad en busca de ese pulgarcito de país que a lo David destrozó a los Goliat del fútbol. La gente en otras latitudes experimenta curiosidad, lee en la red algunas reseñas del país y no son pocos los que se motivan a visitarnos.

Por eso deberíamos aprovechar mejor estas exposiciones deportivas. Nuestro uniforme más que un remedio de los atuendos que se usan en la actualidad debe estar impregnado con nuestras virtudes, con motivos alegóricos a nuestra paz, a los parques nacionales, al  pasado aborigen, a las tortugas, a las esferas de piedra, a  nuestros volcanes y  playas,  a las orquídeas, a las carretas típicas, a nuestro café, en fin.

Tal vez resulte osada y sin parangón esta propuesta, pero hace unos años la Selección de México difuminó en sus camisetas todo un labrado azteca, primero colocó figuras prehispánicas y luego engrandeció su uniforme con una imagen de la piedra del sol comúnmente confundida con el Calendario Azteca, que le daba una identidad muy particular y que a la vez mandaba un mensaje claro y directo al mundo sobre su cultura y sus raíces.

Los uniformes rojos, blancos o azules abundan al punto, tanto que diríamos que son uniformes anónimos, insulsos y vacíos. Potencias como Italia o Inglaterra pueden darse el lujo de usarlos y  de desperdiciar una oportunidad como el mundial para darse a conocer, porque todo el mundo los conoce. Hoy que nuevamente nos hemos dado cuenta que no somos tan conocidos, es cuando debemos comprender que no podemos  pasar por alto la ventana que representa una copa del mundo.

Lo mismo tenemos que decir de los eventos en otras disciplinas. El uniforme de Nery, de Sawyer, de Leonardo y todas las delegaciones que nos representen deben ser deliberadamente utilizados para darnos a conocer en el mundo.

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