EL AYER Y HOY DEL CÁNCER DE MAMA

El cáncer de mama es el tumor ginecológico más frecuente en nuestro país, se calcula que una de cada diez mujeres enfrentara esta enfermedad. Clásicamente era la mujer mayor de cincuenta años la que presentaba con mayor frecuencia este cáncer, sin embargo hoy observamos cada vez más casos en mujeres jóvenes incluso menores de 35 años, de manera que es fundamental estar alerta  desde temprana edad.

Tradicionalmente se citaban factores de riesgo que hacen que una mujer sea más propensa a desarrollar este tumor como por ejemplo haber menstruado por primera vez muy joven, experimentar la menopausia a edades muy avanzadas, tener el primer hijo después de los 30años, no tener hijos o no haber dado de mamar. Sin embargo hoy sabemos que en la mayoría de las mujeres con cáncer de mama no existen estos factores de manera que toda mujer debe considerarse como mujer de riesgo.

De igual manera por mucho tiempo se insistió en divulgar los diferentes síntomas y señales del cáncer, entre ellos: masas, bultos o pelotas en el seno o en la axila, endurecimiento o hinchazón de una parte del seno, irritación, hundimientos, enrojecimiento, descamación o dolor en la piel de las mamas o del pezón, secreción del pezón, cambios en el tamaño o la forma de las mamas.

Sin embargo hoy queremos que la mujer se realice los exámenes de detección aun cuando no presente ninguna molestia, aun cuando el seno no muestre ninguna de estas señales ya que en los  primeros estadios es común que el cáncer pase silente y no dé ninguna manifestación.

Los estudios mencionan que entre más temprano se detecte un cáncer mejor será el pronóstico. Si el tumor se trata cuando todavía es pequeño y localizado,  la posibilidad de muerte es sumamente baja al punto que más del 80% de las mujeres sobreviven.

No cabe duda que el cáncer de mama es el tumor que más miedo y terror genera en la mujer casi siempre porque se asocia con aquellos tratamientos cruentos y traumáticos de antaño. Sin embargo, los estudios mencionan que si el cáncer, cuando se detecta a tiempo, es una enfermedad tratable y de rápida recuperación; con tratamientos nobles, pasajeros y sencillos sin que sea necesario más que una pequeña cirugía.