CUANDO EL FÚTBOL ENGORDA.

Al respecto las investigaciones señalan que en nuestra sociedad se pasan dos periodos de engorde al año, en el cual la población aumenta dos o tres kilos que luego no logra bajar. La navidad y las fiestas de fin de año es uno de esos periodos en los cuales disponemos de un menú tradicional saturado de calorías que comemos sin parar, de tal forma que iniciamos el año con unos cuantos kilos de más.

En los siguientes 90 a 120 días enfrentamos otro lapso de engorde. La Semana Santa es una etapa hartamente conocida por sus deliciosas comidas, que van desde el Chiverre hasta la sopa de bacalao y que en la actualidad es considerada por muchos sectores como un periodo de vacaciones más, en el cual se viaja a la playa a descansar. El legado calórico de la Semana Santa suele dejarnos una “llanta” de demás.

Estos dos periodos tiene la ventaja de que son breves en el sentido de que se pasan sólo siete a quince días expuestos a esas delicias culinarias. En contraposición, el Campeonato Mundial de Fútbol, dura todo un mes, y en la primera ronda hay dos o tres partidos por día, en los cuales nos hemos acostumbrados a comer de manera desmedida. Así cada cuatro años enfrentamos un periodo de engorde adicional que suma kilos difíciles de eliminar.

Recordemos que el sobrepeso y la obesidad son enemigos de la sexualidad, hoy sabemos que predispone a padecer problemas de erección en los hombres y dificultades para conseguir el orgasmo en las mujeres, además de sus nocivos efectos sobre la salud en general, al propiciar enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, infartos y derrames.

Por eso nuestra recomendación sincera, viva intensamente este campeonato, palpite con nuestra selección, comparta con su familia, pero ante todo cuide su dieta en estos días en que el fútbol nos engorda.