RIESGO SOCIAL

Nuestra realidad nacional.

RIESGO SOCIAL

Un artículo para reflexión.

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Nuestro país se encuentra sumido en una ola de violencia desmedida, la cual se fue instaurando de manea gradual hasta llegar a la situación que tenemos en la actualidad la cual supera cualquier situación previa y coloca a la población ante un temor desmedido.

Aun cuando la seguridad personal se plantea como la meta numero uno de la sobrevivencia, no cabe duda que por muchas razones, a todos nos resulta más importante la seguridad de las personas que amamos, mas aun cuando estas son menores, tal es caso de los hijos.

Desdichadamente, en nuestras sociedades, la brecha generacional a dejado de ser una simple separación entre los gustos de padres e hijos y se ha convertido en un autentico abismo, que condiciona un enorme desconocimiento por parte de los adultos de la realidad del infante.

Desafortunadamente los adultos conceptualizamos la realidad de nuestros hijos usando como parámetro nuestra propia infancia y nuestra propia adolescencia sin percatarnos que las condiciones que imperaban hace veinte o más años distan en mucho de las condiciones en las que hoy se desenvuelven nuestros hijos.

Probablemente hace unas décadas los bailes, conciertos, paseos y fiestas entre jóvenes eran actividades recreativas, que propiciaban las habilidades sociales y le permitían al joven desenvolverse sanamente en su medio. Y aun cuando muchos padres tengan gratos recuerdos de todas esas vivencias es prioritario que entiendan que hoy la realidad es otra. En buena parte de estas actividades se desarrollan en ambientes sexualmente explícitos cargados de drogas, de licor y bajo la amenaza de enfrentamientos y conflictos donde corre la sangre.

Muchos de los centros educativos en nuestra cultura dejaron de ser perseguir aquel sueño de García Monge, dejaron de impartir cultura hoy solo arrojan información y dentro de muchos de estos templos reina la violencia, se ostentan modas absurdas, y se manejan valores de otras culturas donde impera la hostilidad y la agresión.

Antes, deambular a las dos de la mañana por las calles del pueblo, porque nos dejo el último bus, o porque intentamos a dar una serenata, era simplemente una aventura, hoy las calles representan un autentico riesgo y sobra decir que en el nombre de un celular, ya en nuestro país se puede matar.

Las calles, los carros, los piques, el licor en las carreteras nos puede arrebatar a un ser querido, ya los accidentes dejaron de ser accidentes y se convirtieron en negligencias e irresponsabilidades cotidianas, y tal parece, que van conformando la idiosincrasia de muchos, ya en Costa Rica no es de extrañar que a diario contemos nuestros muertos.

Antes los jóvenes cuando eran novios, sus travesuras oscilaban entre besos, abrazos, y una que otra caricia, hoy las estudios indican que los jóvenes inician de manera temprana la vida sexual, que la mayoría se expone al riesgo de embarazo y que frecuentemente son contagiados con una o varias enfermedades venéreas.

La realidad del joven del siglo XXI es deplorable, y el único aliado con el que hoy cuentan los jóvenes es la familia, por eso tenemos que tratar al máximo que nuestros adolescentes no se expongan a esos ambientes, que no asuman esos riesgos, que hoy le cuesta la vida tantos.

Muchos esperan respuestas gubernamentales sin entender que este mal social es difícil de erradicar desde arriba, que la medida que urge, que la medida salvadora, que la medida que apremia, es que la familia se percate de las dimensiones del riesgo social, que los padres se den cuenta que el mundo ya no es aquel y que la seguridad de los nuestros requiere de un papel activo y protector por parte de la familia.

Hoy más que nunca necesitamos familias sólidas, que convivan en ambientes armónicos y sanos lejos de la violencia y de las drogas, donde la recreación, el deporte y las actividades familiares, conformen esa defensa cultural que requieren nuestros hijos.

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