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SIN DINERO EN SAN VALENTÍN

SIN DINERO EN SAN VALENTÍN

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Soy un hombre casado de 28 años. Me casé a los 22 años y tenemos dos niños. Siempre para estas fechas me siento muy mal, porque sé que a mi esposa le gustaría que celebráramos el día de los enamorados, pero sinceramente el dinero no alcanza. Nosotros no vivimos mal pero ya no tenemos las libertades que teníamos cuando no teníamos hijos. Siento que eso nos ha afectado en la relación de pareja.

Muchas parejas se ilusionan con los niños y a veces se apresuran al llamar a la cigüeña y esto sin lugar a dudas les exige más esfuerzo, tanto en el plano laboral como en las faenas hogareñas. Por eso, siempre hay que hacer números cuando se asume el reto de la paternidad. Sin embargo, esto no es motivo para que se priven de la celebración del Día de los Enamorados.

Debemos recordar que una festividad como la del 14 de febrero es estrictamente emocional, en el sentido que la pareja la puede pasar a lo grande sin necesidad de hacer gastos. Basta con que los niños se vayan a dormir con los abuelos o tíos, para que la pareja tenga toda la noche para disfrutar del amor, la ternura y la sexualidad.

Comer juntos, escuchar aquella música de cuando se conocieron, remembrar lo vivido, comerse a besos, recordar lo difícil, recordar las malas situaciones y como las superaron; suele ser altamente reconfortante y propicia la cohesión de pareja, más si la noche acaba con una estimulante relación sexual. El día de los enamorados no se trata de sortijas ni diamantes, ni de cenas caras ni regalos de lujo. El día de los enamorados es el día del amor y como tal debemos concentrarnos en lo realmente importante, el sentimiento, la intimidad y el convivio íntimo.

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