LA SEXUALIDAD CUANDO SE EXTRAE LA MATRIZ

Así ocurre con el útero, conocido en términos coloquiales como matriz. Es un órgano sexual femenino, con  funciones exclusivamente reproductivas. Sí, la matriz es la encargada, nada más y nada menos, de albergar, anidar y nutrir al niño dentro del vientre materno a lo largo de los nueve meses de embarazo. Como una variante de esa misma función y siguiendo las órdenes del ovario, la capa interna de la matriz, llamada endometrio, se desprende mes a mes si no se produjo el embarazo, y sale al exterior combinada con sangre, fenómeno conocido como la regla o la menstruación.

Su ubicación es difícil de precisar, por lo cual simplemente se dice que la matriz está en el bajo vientre. La manera más sencilla de localizarla es recordar que se encuentra en la parte más profunda de la vagina, y se palpa con facilidad si introducimos un dedo a través del canal vaginal. La matriz, como cualquier otra parte del cuerpo, está sujeta a experimentar diversas enfermedades, entre ellas tumores benignos, procesos cancerosos y enfermedades propias del útero. Quizás el punto más relevante para la población, sobre todo para el sector femenino, gira en torno a aquellos tratamientos en los cuales es necesario remover y extraer todo el útero.

Esta cirugía, denominada histerectomía, es muy frecuente en nuestra cultura y causa muchos temores, en especial por las repercusiones sexuales.Por eso debemos señalar que, a pesar de la gran cantidad de mitos que circulan, esta cirugía solo provoca dos consecuencias en la mujer. Por un lado, la mujer pierde de manera definitiva la capacidad reproductiva, la capacidad de tener hijos; es decir, un embarazo sencillamente es imposible. La segunda consecuencia reside en el patrón menstrual. La mujer deja de menstruar.

Como mencionamos, la matriz es la encargada de producir el endometrio y la sangre menstrual que la mujer expulsa mes a mes.Este cese de la menstruación no significa que la mujer entre en la temida etapa de la menopausia. Recordemos que, con la histerectomía, solo se quita la matriz. Los ovarios continúan funcionando y produciendo las hormonas sexuales femeninas. En este sentido, esta cirugía no ocasiona calores, trastornos en el carácter, arrugas en la piel, ni aumento del vello o del peso.

Tampoco el área íntima se ve afectada. El deseo sexual se mantiene; la lubricación vaginal no se altera, ni se presentan episodios de resequedad vaginal. La consecución del orgasmo permanece íntegra, y no se generan dolores con el acto sexual o la penetración. Muchas mujeres, más bien, notan una mejoría en su desempeño sexual, en particular cuando la matriz, afectada por tumoraciones u otras afecciones, dificultaba la realización del acto sexual. Por eso debemos tranquilizar a la mujer que se va a someter a esta cirugía, por cuanto este procedimiento es muy noble y no tendrá repercusiones negativas en el plano sexual.