Inicio Boletín Sexual ¿Son suficientes la psicología y la neurología para explicar la salud mental?
¿Son suficientes la psicología y la neurología para explicar la salud mental?

¿Son suficientes la psicología y la neurología para explicar la salud mental?

&

Cuando se habla de la salud mental de manera profesional, académica, siempre surgen dos opciones: la que da la psicología y la que provee la neurociencia.

De la psicología, la que probablemente ha contribuido más al entendimiento de la mente es el psicoanálisis (pensamientos inconscientes, fantasías y sueños, represión, emociones), sin quitarle méritos a otras contribuciones.

La neurociencia por su parte trabaja incansablemente en aspectos como anatomía y circuitos cerebrales, percepción, cognición, aprendizaje y memoria.

Supongamos una relación ideal entre mente y cerebro, tal como se ve lo están intentando conseguir algunas instituciones científicas aplicadas a la conducta humana, ¿esta relación sería suficiente para asegurar la prevención y recuperación de la salud mental en un individuo? Nuestra respuesta es negativa. Para intentar probar esto la sugerencia es tomar en consideración tres elementos dubitativos y una certidumbre que se encuentra sumergida en el piélago de lo incógnito.

En primer lugar, ¿por qué, como se ve en la práctica cotidiana, en muchos casos las psicoterapias (derivadas del concepto psicológico de mente) no funcionan? Se podría decir que es por falla en el diagnóstico o el procedimiento,  o por falta de compromiso por parte del paciente o del mismo terapeuta.

En segundo lugar, ¿por qué hay una tendencia reduccionista a encarcelar a una persona con problemas con la etiqueta de enfermo de algo determinante en el cerebro, y que va a necesitar el tomar medicina, a veces toda su vida, volviéndolo así farmacodependiente, y con esto se lo resta de la libertad que da la autonomía de cualquier condicionante?

El tercer elemento dubitativo es casuístico: ¿Por qué se dan casos como los siguientes?

1. Familias disfuncionales con hijos sanos mentalmente.

2. Familias que funcionan armónicamente con hijos enfermos.

3. Matrimonios aparentemente casi perfectos, que de repente hablan de divorcio.

4. Personas que han sido operadas con ablación de partes significativas de sus cerebros pero que se recuperan con plena lucidez.

5. Personas en las que todos los exámenes a su cerebro rebelan normalidad y sin embargo presentan problemas psiquiátricos a veces severos.

6. Sociedades de pobre nivel económico y cultural, donde sus habitantes se muestran felices, aunque algunos de ellos envidiosos de los aparentemente más desarrollados.

7. Sociedades que están en el ápex de la civilización con una gran mayoría de sus miembros sufriendo de una infelicidad que nadie puede entender.

8. Para cortar por ahora con los ejemplos contradictorios, y quedarnos con una ilustración positiva, cómo es que la matemática falla cuando si dos personas se aman, rompen cualquier modelo de cálculo ya que todo lo reducen a 1 + 1 = 1.

Nuestra propuesta es que existe un factor interviniente. Por interviniente entendemos el elemento que puede modificar de una u otra manera la relación mente-cerebro, y es nuestra certidumbre que existe aunque a veces no lo podamos ubicar: en algún lugar de nuestra constitución se da ese factor interviniente, como “algo diferente” que nos hace humanos, mostrándose en nuestras fortalezas y fragilidades dentro de las experiencias que podemos captar solamente en el día a día. Espero que usted lo tenga ubicado.

Atentamente,

Dr. Winston Villamar.

Un pensamiento:

El mayor problema de la vida es no conocer, o desconocer, cuál es el problema”

SECCIÓN PREGUNTAS

La invitación es a enviar sus preguntas o comentarios. De los lectores que nos escriben, ponemos solamente sus iniciales, en función de la privacidad.

En relación al boletín anterior (“¿Cómo podrían funcionar los “re” a favor de la salud mental?”), no hemos tenido preguntas. Agradecemos los saludos por el nuevo año

 REVISION DE OBRAS

Creo que un autor que grafica de una manera excelsa lo que se está tratando de explicar en este Boletín, es el italiano Cesare Pavese (1908-1950), especialmente en su diario de la parte final de su vida, el que es publicado con el título “El oficio de vivir”. 

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Abrir Chat
Hola
Quisiera ayuda por Whatsapp?